lunes, 30 de marzo de 2009

A nuestro amigo el general Saro


Estimado señor Saro:
Abrumados estamos cuando el domingo cuando encaminábamos nuestros pasos hacia el Alejo para echar una larga tarde futbolística lo vimos de esta guisa. Al principio pensamos que Moisés tenía algo que ver. Luego pensamos que el Lalos se había traído agua del río Tinto por su futuro destino en Huelva. Y por último pensamos que podía haber sudado sangre por sus agujeros por el tema de la cercanía de la Semana Santa.
La verdad es que imaginamos que no le haría ni pizca de gracia la bromita. Nos alegramos que de una forma tan inmediata se esté arreglando. Y por supuesto, que lo más importante es su salud. Así que le recomendamos que vaya a su médico de cabecera y se mire esas pérdidas que tiene de ese color tan feo.
Por cierto, que lo que más lástima nos ha dado, aparte del pintor que estuvo doblando el espinazo todo el miércoles para dejarlo como usted se merece, es la cara compungida que tiene la paloma por no fiarse de beber de ese agua y luego no poder volver volando a la puerta de Acción Católica, pero eso es otro tema que hablaremos con ella.
Y como usted dice, saludos a todos.

4 comentarios:

loleison dijo...

¿qué ha pasao ahí?

Lalos dijo...

Eh1, que cuando yo vaya a Huelva no traeré agua del río Tinto, sino gambas del Atlántico. Pero eso es un tema del que ya hablaremos más tarde.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Pues yo no la veo tan mal,(la fuente) algo tendrá, cuando lo bendicen.(el vino)

Anónimo dijo...

Ostias Pedrín, que no es vino.
Lástima...en fin, que se le va ha hacer. Otra vez será.
Firmado el de antes.