
También agradecemos a todos aquellos que anoche nos mandaban sin cesar toques y mensajes de felicitación al móvil, tantos que parecía el día de Nochebuena. Esperamos que nuestro hermano Adri al final viera la final aunque se perdiera el principio, y que nuestra sobrina Lola, que indudablemente ha venido al mundo con una copa debajo del brazo, haya disfrutado tanto que se le hayan disipado sus dudas de a qué equipo pertenecer. Y decirle que si la semana que viene gana otra copa el Atleti, no se piense que es una Schweppes, o tónica habitual, porque posiblemente, hasta que no se fume su primer porro, no vuelva a pasar otra vez.
Y perdón por la calidad de la foto porque sólo llevábamos el móvil encima.
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