Hoy que estamos empezando a recuperarnos poco a poco de la gran boda de Joaquín y Chelo, nos disponemos a contaros un poco cómo transcurrió, al menos de lo que nos acordamos.
Para empezar el viernes por la noche nos llevamos de cervezas a la ciclogénesis explosiva para que el sábado no pudiese madrugar y así disfrutar de una soleada mañana galduriense (contra el viento no pudimos hacer nada). En la noble villa de Jódar se celebró la ceremonia oficiada por un sacerdote con un parecido inmenso con Jesús el de la Beltra. Luego nos brindaron un magnífico convite en las carpas, de ahí fuimos al Boulevard y terminamos en el 31.
Destacaremos el baile de reclamo del macho alfa, una nueva plusmarca en el número de congas, los ilustres invitados y su comportamiento ejemplar, la elegancia de los novios y su aguante. Un saludo para los granainos, los galdurienses, los autóctonos, los ramiros...etc. Las agujetas no nos dejan seguir escribiendo. Un abrazo a los novios y hasta otra.
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