LA VERDADERA HISTORIA DE TROCHE Y MOCHE: (parte primera)

Hace dos años tuvimos el placer de actuar en un festival benéfico organizado por la Hermandad de Costaleros y la Asociación de Jaén de apoyo al pueblo Saharaui.

Santi Rodriguez actuaba como presentador. Se nos pidió que le enviáramos una reseña sobre nosotros y este fue el documento que le remitimos (hoy la primera parte, próximamente la segunda)

"  LA VERDADERA HISTORIA DE TROCHE Y MOCHE:

Los comienzos de Troche y Moche se remontan (al contrario que los partidos del Atlético de Madrid) a finales del siglo XX y comienzos de XXI. Cumpliéndose así una de las pocas profecías de Nostradamus en la que decía: “Cuando las dos hermanas bajen la montaña por la cara más escarpada, el elefante gris de la tundra mejorará de su prostatismo”, en clara referencia a que se crearía el cuarteto de Troche y Moche, o bien que el video beta sería un fracaso.

Es poco conocido el dato de que Troche y Moche en un principio estuvo conformado por cuatro componentes, aunque esta unión duró apenas unas horas, separándose de golpe y porrazo. Poco sabemos de golpe y de porrazo, salvo que siguieron sus carreras por separado y ahora Golpe trabaja de brigadier en el convento de Sigüenza y Porrazo como hermana tornera en el musical de la vuelta al mundo en ochenta dias. Pero centrémonos en Troche y Moche.

Gracias a la situación de desempleo que vivieron ambos hermanos durante un tiempo bastante dañino para su mente y sus bolsillos, surgió la idea de formar un cuarteto de carnaval que pudiera justificar y dar vía de escape a la diarrea mental y desvaríos varios, que demasiado tiempo libre y malas compañías estaban produciendo en ambos. Es difícil narrar los comienzos ya que es una época, si bien no muy remota, sí bastante oscura. De hecho al ser preguntados sobre el porqué del nombre de Troche y Moche, el hermano de mayor edad mental siempre responde con :”¡Ay, si yo os contara! Pero sois muchos y no terminaría nunca. Eso lo sabe mi hermano”, pero al preguntar a su hermano descubrimos que es incapaz de distinguir el añil del violeta.

Pese a sus grandes carencias interpretativas y sus grandes incisivos centrales consiguieron hacer un cuarteto metiéndose en la piel de dos pastores (aunque los figurantes fueron los que realmente se metieron en la piel de las ovejas). Los disfraces estaban tan bien conseguidos que al terminar el carnaval un grupo de teatro local les pidió prestados los trajes de pastores para una representación, meses más tardes les fueron devueltos un chaleco de sheriff y una cartuchera (este dato es totalmente cierto).

Este cuarteto ha sido el único de los que han hecho que ha tenido el honor de actuar en el gran teatro Falla de Cádiz, concretamente en el ambigú, en un entrañable viaje de Troche y Moche a esa vetusta ciudad en busca de la taxista de plata, que no encontraron. " ( continuará...)

Próximamente el resto de la reseña que le enviamos a Santi Rodriguez.