Es nuestra obligación comunicar a los manifestantes de esta foto en particular, como a todos aquellos en general, que supuestamente quieren que culebrera vuelva a Alcalá, y eso que allí no hay ochíos ni nada, que entre ellos tienen un infiltrado que convive con culebrera, que se va de fiesta con ella, que le da sustancias nocivas para que se maree un poco y se ría mucho. Señores. Miren a su alrededor. Es uno de ustedes. Es de las típicas personas que van diciendo por doquier ¡libertad para culebrera!, y luego, por otros sitios, cercanos a San Bartolomé, bien que baila con ella y juega a las cartas.
Si nuestros contactos no nos fallan, ahora estará ensayando tan tranquilo con su grupo y diciendo que hay que ver qué lastimica de bicha con lo que está sufriendo.
¡Quítense las máscaras que todavía no ha llegado el carnaval! Mañana, si no nos falla internet, saldrá publicada una pseudofoto del tío más falso que las palmeras de la plaza.
P.D.: Culebrera está cogiendo peso, pero es que aún no se ha querido venir al futbito.
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