¡Por fin llegó el día!

Hoy sólo soy Moche. Permitidme la licencia de escribir en primera persona para poder narrar lo vivido este fin de semana en Córdoba. Como podéis imaginar, desde el pasado viernes hay una persona que ha cumplido el sueño de su vida. Pensad la inmensa felicidad y el temblor de piernas que tiene después de tan épica noche. Ya habréis comprobado que estuvo en persona, hablando, compartiendo, bebiendo y riendo como sólo sabe durante, apenas dos horas, que para ellos fueron segundos.

Muchísimas gracias al Lalos por haber hecho realidad este sueño. Seguramente a Joaquín Sabina nunca se le olvidará que estuvo la noche del 11 de diciembre de 2009 con Mária.

Y en otro orden de cosas, deciros que el concierto fue espectacular. Que me gustó el rincón de los castigados con las personalidades que en él estaban. Que me acordé de los "Amigos de la Música" porque en este ambigú también se acabó la cerveza. Que el resto del fin de semana fue genial: las tostadas rapidísimas de la cafetería, las gallinas que fueron a la boda de al lado, las explicaciones de Luis sobre la mezquita, las raciones a 6 euros de media y las cervezas a euro en los sitios más castizos del centro de Córdoba ( a ver si espabilamos en Úbeda), el incansable Conecta 4, el Cristo de los faroles, y sobretodo, el chuchuchuruchuchuchuruchuchu.